“En mis primeros días hablé mucho con la gente sobre la situación en el club. Luego quedó claro que había un gran descontento entre los jugadores, en todo tipo de áreas. Por lo tanto, era una prioridad para mí hablar primero con Messi, para escuchar cómo veía las cosas”,
“En su casa me contó todo tipo de cosas (sobre el pasado). Escuché eso con atención, pero también indiqué: “Yo no estaba allí en absoluto”. Solo podía hablar de cómo quería trabajar y cómo quería cambiar las cosas. Eso estuvo bien, porque al final de la conversación hablamos sobre las mejores formas de presionar, sobre el juego, realmente sobre el fútbol. Eso me gustó: él es un fan y todavía quiere saber cómo va‘’, recalca Koeman.
“Es fantástico cómo ve las cosas. Qué inteligente es como futbolista y cómo lo hace técnicamente a la perfección. Realmente toma una decisión con la pelota en el último momento en una fracción de segundo. A veces aclaro un poco en español, pero con Messi eso no es necesario para nada. Inmediatamente entiende los ejercicios. Es, por así decirlo, muy inteligente en el fútbol”.